¡Qué gran noticia! Fedora, en su release 18, ya tiene soporte nativo para micros ARM. Y nuestra Raspberry Pi (y nuestra Beagle Board, por supuesto) incorporan estos micros, con lo que estamos de celebración.

¿Quieres probar su potencial? ¿Quieres experimentar para programar el GPIO con python de una manera sencilla? Sigue leyendo y descubre cómo dar los primeros pasos para instalar Fedora 18 en tu Raspberry Pi sin despeinarte con un PC anfitrión con Linux/Fedora.

Lo primero que deberemos hacer es bajar la imagen en formato comprimido del siguiente enlace:

http://scotland.proximity.on.ca/raspberrypi/raspberrypi-fedora-remix/18/images/rpfr-f18-final.zip

Que no es más que el directorio FTP del repositorio oficial de Fedora para Raspberry Pi (http://scotland.proximity.on.ca/raspberrypi/).

Tras la descarga, descomprimimos en nuestro directorio $home y procedemos del siguiente modo:

  1. Insertamos una tarjeta SD de al menos 4 GB de capacidad, preferiblemente de clase 4 y de formato estándar (es decir, no utilizar en la medida de lo posible micro-SD con adaptadores, ya que la Raspberry Pi no se lleva bien con estos dispositivos y puede no reconocerla ni arrancar). Para este paso es evidente que necesitamos un lector de tarjetas SD de cualquier clase. Parece lo más complicado, pero la mayoría de los portátiles medianamente modernos suelen tener ya una lectora de SD incluida.
  2. Formateamos la tarjeta desde el terminal o desde gParted para dejarla limpia e impoluta y nos quedamos con el punto de montaje de la misma (que será /dev/sdb o /dev/sdc o /dev/mmcblock0 con casi toda probabilidad). Nos aseguramos de paso de que la dejamos desmontada o en el siguiente paso el terminal se quejará
  3. Copiamos la imagen que nos descargamos a la tarjeta SD con: dd if=/home/ruta_hasta_la_descarga_descomprimida of=/dev/ruta_hasta_la_SD. Nos aseguramos que se ha terminado la copia completamente tecleando en el terminal sync.
  4. Sacamos la SD de nuestro PC y la ponemos en la Raspberry Pi.
  5. Conectamos la Raspberry a un televisor con HDMI o DVI-D con adaptador a HDMI, la conectamos al router por un cable de red RJ-45 o por WiFi con el adaptador USB y le conectamos un teclado USB.
  6. Alimentamos eléctricamente nuestra Raspberry Pi y debería aparecer la magia en el monitor.
  7. En el primer inicio la tarjeta se redimensionará hasta completar el espacio y se le preguntará al usuario la clave y otros parámetros de configuración para dejar totalmente funcional la RPi.