Tras resolver esas dudas que siempre nos pueden rondar por la cabeza, pasemos ahora a hablar de la configuración en la BIOS. Este paso lo podemos obviar o saltar, ya que aquí simplemente habilitaremos la entrada/salida de datos por el puerto serie en el arranque de nuestro equipo (un sistema empotrado en nuestro caso, aunque pudiera ser un router, switch... o lo que sea que tenga interfaz serie).

Dicho esto, debemos habilitar en la BIOS de nuestra máquina los puertos serie. Aparecerá algo como "Enable console" o "Enable COM1" o similar. Si no apareciera nada de esto, es probable que tengamos que consultar las hojas de características (datasheets) para saber si el fabricante ha habilitado el puerto serie en el arranque sin configuración en la BIOS. Si este fuera el caso, entonces habrá que consultar en dichas hojas la velocidad, la paridad y el número de bits de stop que ha impuesto el fabricante.

De todos modos, esto es recomendable aunque no imprescindible, ya que una vez que pase el control de la BIOS al Sistema Operativo (normalmente, cuando GRUB, LILO o el gestor de arranque que tengamos, inicie los discos duros) se puede habilitar por software, aunque es preferible que se deje activado desde el inicio en la BIOS (si es posible) para facilitar todo y ahorrar errores (siempre es mejor tener accesible el COM1 desde el inicio que no tras la carga de las imágenes del kernel). En nuestro caso particular, hemos seleccionado en la BIOS (apartado "Remote Access") los siguientes parámetros:

  • Remote Access: Enabled
  • Serial Port Number: COM1
  • Base Address: 0x3F8
  • IRQ: 4
  • Serial Port Mode: 115200, 8, n, 1
  • Flow Control: None
  • Redirection After BIOS POST: Always
  • Terminal Type: VT100
  • VT-UTF8 Combo Key Support: Enabled
  • Sredir Memory Display Delay: No Delay

Tras esto, ya tenemos medio trabajo hecho. Ahora, sólo deberemos modificar cuatro ficheros para también tener la consola en Linux.